¿Quién de nosotros no ha dicho una mentira alguna vez?
1. Según el Diccionario, mentira es la expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se cree o se piensa. No hay mentira piadosa, no hay mentira pequeña o mentira grande, todo aquello que lleva el fin de engañar es llamado “mentira”. muchas veces mentimos sin darnos cuenta y sin planificarlo, porque aveces la mentira se convierte en defensa propia a ciertas preguntas o situaciones que nos pasan.
2. A partir de aproximadamente 3 años de edad, es normal que los niños mientan para salir del paso y cuando llegan a los 5 años, es muy común que mientan para evitar un castigo.
3. La mentira no nos deja tener paz mental. Las mentiras, al igual que muchas otras cosas, causan estrés y ansiedad. El estrés daña nuestro cerebro y cuerpo de diferentes maneras. Y, ya que las mentiras contribuyen a nuestro nivel de estrés, al hacerlas con frecuencia muchas veces al día, es necesario que consideremos el impacto que causan el mantenerlas en secreto. Es como el pecado, el pecado es pecado no importa cuan grande parezca o cuan pequeño se muestre, de todas formas es pecado y desagrada a Dios.
4. Hay quienes hablan mentiras para salir de un apuro, otros para presumir algo que no son o para desacreditar a alguien. También para ocultar una verdad que podría ocasionarle algún daño y por miedo a ello, estas personas solo fortalecen su inseguridad y baja autoestima. Es importante que antes de decir algo, juzgar a alguien o suponer un hecho, se investigue bien para no caer en la mentira y con ello evitar perjudicar a otra persona.
5. Toda mentira tiene consecuencias, y tarde o temprano será descubierta. “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo” Efesios 4: 25
La honestidad pareciera ofrecer mayores beneficios para la salud mental y física que las mentiras. Mientras mas verdad digamos más felices nos sentiremos.