Si abatido y dolido estás, y cansado del peso cargar, Cristo nos llama. Si al final del camino estás, Sin saber hacia dónde mirar, Cristo nos llama. Ven ante su trono, El Padre te recibirá, con sangre preciosa Jesús borró nuestra maldad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *